La Leishmaniosis canina
La leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria grave que puede afectar a los perros e incluso a las personas (sobre todo población infantil y personas inmunodeprimidas).
La Leishmaniosis canina se transmite a través de la picadura de un tipo de mosquito llamado flebotomo el cual transmite el parásito (Leishmania infantum) a través de la sangre diseminándolo por el organismo del animal (es lo que se llama transmisión vectorial, es decir, para su difusión requiere la presencia de un vector, en este caso el flebotomo). Por tanto, para que se produzca el contagio es necesario que el mosquito pique a un perro infectado, que el parásito se desarrolle dentro del mosquito y el mosquito transmita la enfermedad a un perro sano a través de su picadura.
Tiene la característica especial de que, una vez producido el contagio, los primeros síntomas de enfermedad pueden tardar mucho tiempo, incluso meses, en aparecer. Este factor depende del sistema inmune del perro ya que el periodo de incubación es de 2-6 meses a incluso varios años.
La enfermedad se contagia principalmente a través del flebótomo (transmisión vectorial). Sin embargo, se han demostrado otras vías de transmisión como son:
a) La venérea (un perro macho infectado transmite la leishmania a través de la monta).
b) Vertical o transplacentaria (la madre infectada se lo transmite a los cachorros).
c) Por transfusión de sangre.
Factores de riesgo de la Leishmaniosis canina en el perro
Hay varios factores que influyen en la aparición de la enfermedad en el perro como son:
- Geografía: En España (salvo Canarias) la Leishmaniosis es una enfermedad endémica y por tanto, todo perro tiene riesgo de padecer esta enfermedad.
- Lugar donde vive el perro: los perros que permanecen en el jardín de casa tienen más riesgo por tener un mayor tiempo de exposición a los mosquitos, sobre todo a temperaturas por encima de los 16ºC.
- Edad: Son más susceptibles entre 1-2 años y los de más de 8 años.
- Raza: Puede afectar a perros de cualquier raza aunque el Bóxer, Pastor Alemán, Doberman y Cocker Spaniel se consideran más predispuestas a la enfermedad.
- Estatus inmunitario del perro: tienen mayor riesgo aquellos perros que padezcan otras enfermedades, si hay malnutrición, estrés, etc.
- Procedencia: todo animal procedente de una colectividad (perrera, criadero, rehala, sociedad protectora, ect) es más susceptible de estar infectado.
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